lunes, 12 de marzo de 2018

Alimentación en el embarazo I

Si durante nuestra vida diaria es importante cuidar nuestra alimentación para sentirnos bien y estar sanos, durante el embarazo hay que cuidarse por dos, pero no hay que hacer caso a ese refrán que dicen las abuelas de "ahora tienes que comer por dos", es un mito y un grave error.
Si "comes por dos" aumentarás de peso mucho más de lo que sería deseable durante el embarazo, lo que puede provocarte diversos problemas de salud, al igual que al bebé. Además, te costará mucho deshacerte de esos kilos de más cuando el bebé nazca.

Es evidente que el embarazo no es momento de hacer dieta, por lo que el peso ideal que deberás aumentar durante éste, depende el peso que tengas antes de quedarte embarazada. 
  • Si tu Índice de Masa Corporal (IMC) en ese momento es inferior a 18'5 (bajo peso) el aumento de peso deseado sería de 13 a 18 kilos.
  • Si tu IMC es de 18'5 a 24'9 (peso normal), el aumento deseado sería de 11 a 16 kilos.
  • Si tu IMC es de 25 a 29'9 (sobre peso), el aumento deseado sería de 7 a 11 kilos.
  • Si tu IMC es de 30 o más (obesidad), el aumento deseado sería de 5 a 9.
(Si no conoces tu IMC calculalo en este enlace.)
Un excesivo aumento de peso puede provocarte problemas de salud obvios como dolores de espalda y articulaciones, sobrecarga muscular, varices y retención de líquidos; y otros menos evidentes que no deben menospreciarse, como diabetes gestacional, acidez de estómago o subidas de tensión que deriven en una preeclampsia. Todo esto conlleva un aumento del tamaño del bebé (lo que puede desembocar en que el parto sea por cesarea, que el bebé dañe el canal del parto al nacer o que se lesione los hombros), además de que el riesgo de muerte fetal se incrementa con la obesidad.

Todo esto no significa que no puedas comer cuando tengas hambre, el hambre es una señal de que el cuerpo necesita nutrientes y energía. Pero no utilices el embarazo para darte "carta blanca" en lo que se refiere a caprichos, y come alimentos frescos, saludables y de calidad. Y no olvides prestar especial atención a cómo los cocinas, evita los fritos y opta por opciones saludables como asados, guisos, cocción al vapor, etc... Además ten precaución con ciertos grupos de alimentos que podrían causarte problemas durante el embarazo si no están bien tratados o cocinados. Lee más en mi siguiente post 😉

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